Las vértebras cervicales participan en prácticamente todas las actividades de la vida diaria ya que la postura del cuello es fundamental para una correcta posición de la cabeza, lo que nos permite dirigir la mirada, trabajar, etc.
Entre las causas más frecuentes de dolor cervical están:
• Los traumatismos, como golpes y movimientos bruscos.
• Una mala postura, mantenida de forma prolongada, puede dar lugar a una contractura muscular cervical.
• La artrosis cervical.
Es importante tener en cuenta que muchas veces los dolores cervicales son sólo la expresión de una tensión muscular secundaria a otro problema, como por ejemplo en los estados de estrés, tensión emocional, ansiedad e incluso en la depresión.
Postura y tensión emocional
La postura es importante para la columna cervical. La cabeza y la columna vertebral tienen que estar en equilibrio en la línea de gravedad.
La mala postura, la obesidad y debilidad muscular cambian la estática de la columna, aumentando las curvas normales lumbar y dorsal, y hacen que se compense la inclinación de la columna cervical hacia delante.
Los trabajos que requieran encorvar la espalda y flexionar el cuello exigen mayor tensión y producen fatiga muscular.
El dolor cervical es común que se presente en personas a partir de los 45 o 50 años, de vida sedentaria y sobre todo con trabajos de oficina.
Es frecuente que el dolor cervical comience siendo de causa muscular y por ello aparece en personas que tienen que estar mucho tiempo en posiciones fijas con la cabeza.
Hoy día el dolor cervical, es más frecuente en las personas que realizan trabajos de oficina y con ordenadores.
Buscar una posición cómoda en el trabajo, teniendo la cabeza apoyada en una silla con respaldo alto, descansar periódicamente cambiando de postura, dormir con una almohada que permita una posición recta del cuello y realizar ejercicios y deportes como la natación, son consejos fáciles de seguir y al alcance de todos.
No olvide adoptar una postura con la espalda y cuello rectos al conducir.
Recomendaciones posturales
Dormir:
Debemos mantener una posición recta del cuello.
Si dormimos boca arriba, la almohada debe de ser baja y si dormimos de lado, sobre un hombro, debe de ser un poco más alta, lo suficiente para que el cuello permanezca en una posición horizontal.
Se recomienda sentarse en sillas altas, con respaldos rectos. Evite los sofás excesivamente blandos. Siéntese siempre recto, con la espalda bien apoyada en el respaldo, y no en el borde de la silla o con el tronco girado.
Cuando se debe permanecer sentado durante mucho tiempo, se recomienda el uso de asientos anatómicos, con una pequeña curva a nivel lumbar.
Utilice asientos con reposabrazos, o apoye los brazos sobre la mesa. No incline el cuerpo hacia delante, ni mantenga el cuello flexionado ni girado. Use un atril para la lectura y un reposapiés en el suelo.
Use reposacabezas, bien colocado, en el coche.
No sostenga el teléfono entre un hombro levantado y la cabeza inclinada hacia ese lado: produce contracturas y dolor.
Sostenga únicamente el teléfono con la mano o bien use un auricular con micrófono conectado al teléfono.