El neuroma de Morton (también llamado neuroma interdigital o neuroma plantar) se produce por la irritación por compresión de los nervios interdigitales a nivel de las cabezas de los huesos metatarsianos, causando dolor y/o sensación de entumecimiento en esos dedos.
Los nervios interdigitales son los que están entre los dedos y que se encargan de la sensibilidad de los dedos de los pies.
Normalmente se localiza entre el 3º y 4º metatarsiano (75% de los casos), aunque a veces se puede presentar entre el 2º y 3º (17% de los casos). Muy raras veces se presenta en otras localizaciones.
La parte anterior del pie esta formada por 5 huesos llamados metatarsianos, que en su extremo final articulan con cada uno de los dedos, estos metatarsianos están unidos entre si por los ligamentos intermetatarsianos que los unen fuertemente unos a otros evitando que se separen unos de otros cuando apoyamos el peso. Entre los metatarsianos se localizan los nervios plantares que van a dar la sensibilidad a los dedos. Cuando por alguna circunstancia el nervio queda atrapado por el ligamento intermetatarsiano, dicho nervio deja de funcionar correctamente, pudiéndose producir una tumoración del nervio debida a la irritación constante a la que esta sometido (neuroma).
Hay factores que pueden favorecer el atrapamiento del nervio interdigital como son: el uso de zapatos de tacón alto o punta estrecha que aprieten demasiado, haciendo presión sobre el nervio. También pueden ser provocados por traumatismos directos sobre la planta del pie.
Otros factores son: deformaciones de los dedos en martillo o en garra, pies con exceso de arco (cavos) o pies planos, incluso los Juanetes (Hallux Valgus). En otras ocasiones la existencia tumores blandos en el espacio interdigital como una bursitis o un quiste entre dos metatarsianos provoca la irritación del nervio.
También se observa en los deportistas, especialmente en los corredores y en los futbolistas quienes, al correr o al golpear la pelota con el pie, someten a estos a nervios a mayor presión
Clínica:
Los nervios que se ven afectados con mayor frecuencia son los que van entre el 2º y 3º metatarsianos y luego en frecuencia entre el 3º y 4º. Producen dolor intenso en la zona de la compresión, el dolor se extiende hacia los dedos correspondientes al nervio comprimido incluso en ocasiones similar a una descarga eléctrica.
Además se puede acompañar de una falta de sensibilidad (hipoestesia) y hormigueo (parestesias) en los dedos afectados. El dolor empeora al presionar la zona y mejora al quitarse el calzado y masajear el pie. Es característico que duela por la noche en la cama.
El diagnostico se debe basar en la exploración clínica apreciándose dolor al apretar con una mano las cabezas metatarsianas mientras se aplica presión con la otra en el espacio interdigital. También se provoca dolor al realizar la flexión y extensión activa o pasiva de los dedos y al hacer presión y apretar de forma transversal de la parte delantera del pie (signo de Mulder).
A veces, al presionar las cabezas de los metatarsianos se produce un «click» producido por el movimiento del neuroma en dirección dorsal.
Para la confirmación de un Neuroma de Morton son útiles las pruebas de diagnóstico por imagen, siendo imprescindibles en caso de plantearse un tratamiento quirúrgico.
Se puede hacer una Radiografía del pie para descartar problemas óseos, aunque con una Resonancia Magnética o una Ecografía de alta resolución se puede diagnosticar con éxito el neuroma de Morton.
Los exámenes de los nervios como el Electromiograma, no siempre puede diagnosticar de forma definitiva el neuroma de Morton, pero se puede realizar para descartar otras patologías que causen síntomas similares.
Tratamiento:
El tratamiento conservador va encaminado a disminuir la presión que se produce entre los metatarsianos, esto se consigue usando un calzado adecuado. Los zapatos deben ser amplios y acolchados en la zona de dedos y los tacones no deberían ser mas altos de 2.5 cm. El uso de plantillas de descarga en ocasiones puede ser muy útil.
También se tratara el dolor mediante antiinflamatorios y analgésicos por vía oral. En algunos casos se podrán realizar infiltraciones con corticoides y anestésico local.
El tratamiento rehabilitador en ocasiones puede ser útil con medidas físicas encaminadas a disminuir la inflamación y por lo tanto el dolor.
La cirugía se reserva para los casos que no responden bien al tratamiento conservador, y con esta se pretende liberar al nervio de cualquier estructura que lo este comprimiendo (ligamentos intermetatarsianos, bursitis o quiste sinovial), y en los casos en los que la irritación constante del nervio a dado lugar a la aparición de una tumoración que envuelve al nervio, con la cirugía se intenta extirpar cuidadosamente dicha tumoración (neuroma).
El tratamiento quirúrgico del neuroma de Morton se lleva a cabo mediante diversos procedimientos, bien por cirugía percutánea, bien cirugía a cielo abierto. En el primer caso, solo se realiza una sección (cortar) del ligamento intermetatarsiano para descomprimir el nervio en el espacio intermetatarsiano sin extirpar el neuroma. En la cirugía a cielo abierto el abordaje es mediante una incisión longitudinal dorsal (por la parte de arriba del pie) centrada sobre el espacio intermetatarsiano, realizando la extirpación completa del neuroma. Este abordaje dorsal permite al paciente recuperar más rápidamente la capacidad de andar. Tras la cirugía el acorchamiento de los dedos puede ser permanente pero no debe ser doloroso.